INFORME IMPORTANCIA ECONÓMICA Y SOCIAL DEL SECTOR VITIVINÍCOLA EN ESPAÑA.Fuente: Interprofesional del vino de España

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INFORME IMPORTANCIA ECONÓMICA Y SOCIAL DEL SECTOR VITIVINÍCOLA EN ESPAÑA.

10-03-2021

La contribución del sector vitivinícola a la economía española, en términos de PIB y de empleo es relevante, como también lo es su aportación desde la perspectiva del desempeño del sector exterior, la dimensión social y la gestión de los retos en materia de sostenibilidad medioambiental. Sin embargo, esta importancia socioeconómica no siempre es conocida, al menos de forma suficiente. De ahí la oportunidad de llevar a cabo el presente estudio, promovido por la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE), en el que se analiza la importancia económica y social del sector vitivinícola en España.


El informe elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) para OIVE se pretende poner en valor y dar a conocer de forma más amplia los diversos atributos sectoriales, para buscar un encaje más idóneo con la imagen que tienen sobre el sector vitivinícola los distintos agentes socioeconómicos, tanto de la esfera pública como privada y, en general, la sociedad española. 

El sector vitivinícola mantiene un profundo vínculo con la gastronomía española, la cultura (incluyendo el patrimonio cultural inmaterial), la riqueza paisajística regional, la imagen proyectada al exterior, y otros tantos elementos que configuran las señas de identidad de nuestro país. 

Metodología informe importancia del sector vitivinícola en España

La elaboración del informe contempla, en primera instancia, una caracterización de la amplia cadena de valor del sector vitivinícola, abarcando las actividades núcleo: viticultura, elaboración del vino y comercialización del mismo. Pero también otra serie de actividades suministradoras clave, así como unas actividades conexas, entre las que figura el enoturismo. Una vez perfilada la cadena de valor, se realiza una estimación cuantitativa de la importancia económica del conjunto de actividades núcleo, reflejando su contribución al Valor Añadido Bruto y al empleo, así como también al erario público. Sin descuidar el efecto tractor ejercido sobre otras actividades económicas. Asimismo, se complementa el análisis cuantitativo a escala nacional con una estimación del peso directo del sector en las distintas comunidades autónomas. Y se reflexiona sobre la afección de la pandemia, perfilando las distintas vías transmisoras de un impacto sobre la actividad vitivinícola, de magnitud todavía incierta.

En una tercera sección, se aborda la dimensión internacional del sector, para recoger el desempeño de su tejido empresarial en los mercados exteriores y, con ello, la capacidad para impulsar la internacionalización de la economía española. Al valor social del sector vitivinícola se dedica otra sección específica, en la que se apela a su capacidad vertebradora del territorio y a la promoción de flujos turísticos, entre otros aspectos. Por último, previo a las conclusiones, se destacan algunos de los principales esfuerzos llevados a cabo por el sector vitivinícola para contribuir a la lucha contra el cambio climático y responder a su responsabilidad en materia de sostenibilidad medioambiental.